ordinales
En su uso, deben tenerse en cuenta las siguientes particularidades:
- A partir de la tercera decena, y a veces también la segunda, suelen sustituirse por los cardinales: En aquella carrera, llegó el catorce.
- Los ordinales tienen variación de género y número: Un coche sin quinta marcha. En este sentido, debe tenerse en cuenta que:
- En el caso de ordinales formados con dos palabras, ambas concuerdan en género: Vigésima primera edición.
- Los masculinos singulares primero y tercero pierden la o final delante de sustantivo o adjetivo: El primer día de curso tiene su encanto especial. García se contentó con un tercer miserable premio. Es incorrecto extender esta particularidad a los femeninos correspondientes, por lo que no deben imitarse sintagmas como: *la primer casa de la izquierda, *la tercer noche.
- La Academia recientemente ha aceptado como correctas las formas regulares decimoprimero y decimosegundo, que hasta hace muy poco condenaba en detrimento de las formas cultas undécimo y duodécimo.
- A partir del vigésimo, los ordinales se escriben separando en diferentes palabras las decenas de las unidades (si estas últimas se expresan): vigésimo primero, quincuagésimo quinto, octogésimo noveno, nonagésimo sexto.
- Con frecuencia, los ordinales se escriben abreviados con una cifra arábiga y una o / a volada: Pepe vive en Corrientes, 3412, 2.º piso. Son una excepción las formas apocopadas primer y tercer (y los ordinales masculinos que acaben en 1 o en 3), que llevan las letras er voladas: 1.er, 3.er.
- En las dinastías reales o papales y siglos se prefieren las cifras romanas: Carlos V, Juan XXIII, siglo XX.